La exposición Noh Kabuki. Escenas del Japón nos propone sumergirnos, a través de estampas, pinturas y otros objetos artísticos, en el mundo del teatro japonés, en sus dos vertientes: el teatro noh y el teatro kabuki.
El teatro noh está presente en Japón desde el siglo XIV y se corresponde con un teatro culto, pensado para las clases sociales privilegiadas. Su estética está en relación con el budismo zen, presentando gran sobriedad en lo que se refiere al escenario, si bien el vestuario y máscaras utilizadas adquieren un gran protagonismo. Las obras representadas suelen ser dramáticas, siempre basadas en antiguas leyendas japonesas o chinas, que se llevan a escena combinando dramaturgia con música y danza.

Adachigahara, pintura kakemono (primera mitad siglo XX)
La presencia de personajes misteriosos, incluso terroríficos, como espíritus y demonios, muy recurrentes en el imaginario visual japonés, se combina con la aparición de héroes y dioses, así como personajes femeninos que, no obstante, eran siempre representados por actores, ya que sólo a los hombres les estaba permitido actuar.
El teatro kabuki se desarrolla en el siglo XVII, convirtiéndose en la expresión teatral propia de la clase burguesa, que comienza a adquirir protagonismo social en este momento. Los temas representados en kabuki son más amplios que en el teatro noh, desde dramas históricos hasta trágicas historias de amor. A cada personaje, al igual que ocurría con los personajes-tipo del teatro español de comedias propio del Siglo de Oro, se le atribuyen unas características físicas que le diferencian , en el caso del kabuki, expresado mediante el maquillaje de los actores, cuyas formas y colores nos indican de qué personaje se trata. Al igual que en el teatro noh, sólo los hombres podían actuar, estando los papeles femeninos representados por actores especializados en ellos, denominados onnagata.
El desarrollo del teatro kabuki tiene lugar durante el período Edo (1603-1867) en Japón. Durante ese período se consolidan las costumbres culturales y manifestaciones artísticas que cautivaron a los occidentales a finales del siglo XIX y principios del XX y que contribuyeron a crear la imagen que, todavía en la actualidad, tenemos en Occidente del país nipón. Dichas costumbres fueron representadas por los artistas de la época en grabados, a menudo agrupados en revistas, denominados ukiyo-e o imágenes del mundo flotante. Estos grabados ukiyo-e, hoy considerados verdaderas obras de arte, eran en su momento imágenes de distribución popular, utilizadas en el caso del teatro kabuki como difusoras de la imagen de los distintos actores, a los que se admiraba como a verdaderas estrellas de Hollywood, tres siglos antes del nacimiento del fenómeno fan en Occidente.
La exposición Noh Kabuki. Escenas del Japón se puede visitar el Paraninfo, desde el 7 de octubre de 2014 hasta el 10 de enero de 2015, en horario de 11 a 14 y de 17 a 21 h., de lunes a sábado. La entrada es gratuita.